Antes del amanecer del viernes 14 de marzo nuestro satélite se teñirá de rojo: el eclipse lunar total comenzará a las 7:27 y terminará a las 8:32 (hora peninsular). En el tercio este peninsular y en las islas Baleares, no será posible ver la fase de totalidad. En el resto de la Península, Canarias, Ceuta y Melilla, la luna de sangre podrá verse según se va poniendo.
De madrugada
El eclipse total de luna tendrá lugar en la madrugada del viernes 14 de marzo. Será visible desde las Américas, Europa, África occidental y la Antártida. Desde España, la fase de totalidad será visible desde el centro y el oeste de la Península Ibérica, Canarias, Ceuta y Melilla. Sin embargo, en el tercio este de la Península y en Baleares, la Luna se pondrá antes de que finalice el eclipse y solo se verá la primera fase parcial.
El eclipse penumbral, cuando nuestro satélite entrará en la zona de penumbra creada por nuestro planeta, comenzará a las 4:59 (hora peninsular) y el primer contacto con la sombra tendrá lugar a las 6:11.
La fase más interesante del eclipse, la de totalidad, cuando Luna se encuentre completamente oscurecida, comenzará a las 7:27 y finalizará a las 8:32 (el máximo tendrá lugar a las 7:59). El último contacto con la sombra tendrá lugar a las 9:48.
Visibilidad desde España del eclipse del 14 de marzoOAN/RB
El eclipse tiene lugar según la Luna se va poniendo. Es por eso, que en el tercio este peninsular y en las islas Baleares, no será posible ver nada de la fase de totalidad, pues la Luna se pondrá antes. En el resto de la Península, Canarias, Ceuta y Melilla, la fase de la totalidad llegará a verse, aunque no íntegra, pues la Luna se irá poniendo según está completamente eclipsada.
Cuanto más al oeste nos encontremos, más podremos ver de la fase de totalidad. Así, en La Coruña, la Luna se pondrá a las 7:53, por lo que se podrá ver casi la primera mitad del eclipse total. Pero en Madrid, la Luna se pone a las 7:33, apenas 7 minutos después del inicio de la totalidad. Todos estos tiempos son en hora local peninsular y de Baleares.
En Santa Cruz de Tenerife, el ocaso de la Luna tendrá lugar a las 7:21 (en hora local canaria), tan solo diez minutos antes del fin de la totalidad. Las horas correspondientes a todas las provincias pueden consultarse en la página web del Observatorio Astronómico Nacional.
Visibilidad del eclipse del 14 de marzo en el mundoLTE/Obs. de París
En el gráfico adjunto, las curvas P1 (rojo) y P2 (azul) delimitan la zona del mundo donde el eclipse es visible completamente (incluyendo las fases de penumbra), a la derecha de la curva P2 (azul), la fase de penumbra no es completamente visible, a la derecha de O2 (azul) la fase de sombra no es completamente visible. Entre T2 (azul) y T1 (azul), el eclipse se ve mientras la Luna se acuesta. A la derecha de P1 (azul) y a la izquierda de P2 (rojo), ninguna fase el eclipse es visible.
Cómo observar el eclipse
Para no perderse la fase más espectacular, la de totalidad, con la Luna teñida de rojo profundo, conviene localizar a nuestro satélite a eso de las 7h de la madrugada, cuando ya se encontrará muy baja por el oeste.
Como el eclipse se desarrollará a bajas elevaciones, según la Luna vaya perdiendo altura, conviene situarse en un lugar desde el que se vea el horizonte oeste sin obstáculos, esto es, sin edificios ni árboles ni ningún otro objeto elevado que nos impida la visión.
La observación de los eclipses lunares puede realizarse con el ojo desnudo y, contrariamente a los eclipses de Sol, no presenta absolutamente ningún peligro. Si se dispone de unos prismáticos o de un pequeño telescopio, el espectáculo será aún más impresionante: podremos apreciar los detalles de la geografía lunar según la sombra se va moviendo sobre su superficie.
Todos los amaneceres y atardeceres del mundo
El color rojo-anaranjado de la Luna eclipsada proviene de la luz solar que es filtrada y dispersada por la atmósfera terrestre alrededor de la sombra de nuestro planeta. De hecho, esa luz cobriza que baña la Luna eclipsada es la luz de todos los atardeceres y amaneceres que se dan simultáneamente en el anillo del globo terráqueo que separa el día de la noche.
Filtrado de la luz solar por la atmósfera terrestreOAN / JA Bolonio
Cuando la atmósfera está muy transparente, los eclipses son particularmente brillantes y coloridos. Cuando la atmósfera contiene grandes cantidades de polvo y aerosoles, provenientes de las erupciones volcánicas, los eclipses son mucho más oscuros. Así pues, el brillo de la Luna totalmente eclipsada puede variar mucho de un eclipse a otro, estos cambios se miden en la escala de Danjon que varía del 0 (eclipse muy oscuro) al 5 (eclipse menos oscuro).
Eclipses a pares
Los eclipses de Luna siempre se dan cuando esta se encuentra en la dirección opuesta al Sol (visible toda la noche) en fase de luna llena, esto es, cuando Sol, Tierra y Luna están perfectamente alineados.
Cabe preguntarse por qué no hay un eclipse cada mes. La causa reside en que el plano de la órbita de la Luna alrededor de la Tierra está inclinado 5 grados respecto al plano de la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Así pues, debido a la inclinación de la órbita de la Luna, y como los eclipses requieren del alineamiento casi perfecto de los tres astros (Sol, Tierra y Luna), los eclipses se dan pocas veces a lo largo del año. En la práctica, el número anual de eclipses oscila entre 4 y 7, incluyendo los de Sol y Luna. En muchos casos los eclipses de Luna son penumbrales o parciales.
Los eclipses nunca suceden en solitario. Unas dos semanas antes o después de cada eclipse lunar siempre hay un eclipse solar. Es decir, los eclipses suceden normalmente por parejas, e incluso por tríos. El eclipse lunar del 14 de marzo viene seguido de un eclipse solar parcial que tendrá lugar el 29 de marzo. En setiembre sucederá un eclipse lunar total el día 7 y el día 21 tendrá lugar uno solar parcial el día 21.
Rafael Bachiller es director del Observatorio Astronómico Nacional (IGN) y académico de la Real Academia de Doctores de España.