El Betis ha roto la maldición que le perseguía desde hace casi tres décadas y volverá a estar en unos cuartos de final de una competición continental. El conjunto andaluz, en uno de sus mejores partidos fuera de casa de la temporada, ha superado de principio a fin al Vitória en el Don Afonso Henriques de Guimaraes para meterse entre los ocho equipos que pelearán por el título en esta edición de la Conference League. Dos goles de Bakambu en la primera parte, otro de Antony en la segunda y uno casi al final de Isco han permitido a los heliopolitanos dar el paso que tanto se les resistía y mirar ya al próximo mes de abril, en el que se enfrentarán al Jagiellonia en busca de una plaza en las semifinales.

Esta noche no estaba Johnny Cardoso, pieza clave en el eje del conjunto verdiblanco, pero a los de Pellegrini no pareció afectarles demasiado la baja por lesión del estadounidense en un comienzo de partido absolutamente demoledor. Jesús, llegando a línea de fondo, dio el primer aviso prácticamente en la primera jugada. Y a los cinco minutos, el Betis abrió el marcador. Isco robó un balón en su campo, se lo dio a Fornals, el castellonense, hoy en el doble pivote, buscó a Antony, y el brasileño, de primeras, se la puso a Bakambu, que lo hizo de maravilla. Dejó correr la pelota, se fue en carrera de su marca y, mano a mano ante Varela, le batió por abajo firmando su cuarto gol en esta Conference.

Así como en la ida de hace siete días en el Benito Villamarín a los andaluces les costó entrar en el partido, esta noche en Guimaraes era el Vitória el que no entendía nada. No encontraban los de Luís Freire la manera de superar a la ordenada zaga bética. Y con balón, el Betis hacía mucho daño con la verticalidad de Jesús. Hasta que a los 20 minutos Isco cambió el juego cerca del área rival buscando a Antony, el brasileño amagó con irse hacia dentro para buscar el disparo y le puso la pelota a Ruibal, que rompía por fuera, y el centro del catalán lo remató de cabeza a la red, inapelable, el congoleño Bakambu para abrir distancias y lograr su primer doblete como verdiblanco. Un gol casi calcado al que logró en Son Moix en enero.

Con el 0-2, el dominio de los de Pellegrini empezó a ser abrumador. Desperdiciaron alguna contra y rozaron el tercero en un córner que remató Llorente, impecable en la anticipación y peligros arriba a balón parado. Y aunque el Vitória tuvo un acercamiento peligroso, en un remate de Saraiva que sacó Vieites y Oliveira no supo culminar después, el Betis nunca perdió el control de la situación. Un encontronazo entre Diego Llorente y Oliveira, en el que ambos vieron la amarilla y el portugués se jugó la roja tras rozar con los tacos en la cabeza del central madrileño, fue la última acción de un primer acto sencillamente impecable de los andaluces.

Antony sentenció e Isco puso la guinda

Lejos de conformarse con el resultado y dar un paso atrás, como le ocurrió con nefastas consecuencias en Vigo en LaLiga, el Betis arrancó la segunda parte completamente metido en el partido, poniéndole intensidad a los dueños y contrarrestando los intentos del equipo portugués de meterse en la eliminatoria. Vieites evidenció en algunas acciones que este tipo de escenarios todavía le superan un poco, pero Diego Llorente y Bartra eran suficiente para convertir el área de su equipo en un frontón. Maga, que entró en el descanso, le metió una marcha más al Vitória. Pero con el paso adelante de los portugueses aparecían los espacios para correr a la contra…

Y así, en una veloz transición, llegó la sentencia. Isco, que pide selección a gritos, encontró una manera inverosímil de filtrar un pase entre dos rivales para Antony. El brasileño arrancó en velocidad, con la pelota pegada a su bota izquierda y Bakambu acompañándole. Borevkovic no fue a por el futbolista cedido por el Manchester United, tratando de tapar la línea de pase al congoleño. Pero no fue problema para el 7, que al pisar el área sacó un latigazo al palo corto imposible para Varela. De nada sirvió la media chilena de Nuno Santos en una de las mejores ocasiones del Vitória en la segunda parte. El Betis, arropado por 1.600 valientes en la grada, tenía un plan y no lo iba a dejar pasar…

La eliminatoria estaba decidida ya, pero a 10 minutos del final, Antony le devolvió el regalo a Isco. El brasileño se fue con velocidad y potencia de Villanueva por la derecha, llegó a la línea de fondo y puso un pase hacia atrás que el malagueño se encargó de empujar a la red. Un 0-4 monumental en uno de los estadios más complicados de asaltar en Portugal y ante un técnico que no perdía como local… ¡desde octubre de 2013! Hubo tiempo para que el Ingeniero premiara a dos chicos jóvenes como Mateo Flores y Pablo García dándoles minutos. Goleada, clasificación para cuartos y candidatura al título para un Betis con la flecha claramente hacia arriba.